Conaprole es la principal empresa láctea de Uruguay y el principal exportador de lácteos de la región. Hasta ahora, su identidad a nivel local se estructuraba a través de las marcas de producto y no tenía un sistema gráfico más allá de su logotipo. El brief nos pedía diseñar una nueva identidad de la empresa sin intervenir el logotipo, pero generar una actualización de la imagen de cara a las demandas que surgen de su inserción en los mercados internacionales.
Su presencia en estos mercados se da preferentemente en entornos B2B. Esto requiere que se estructure un sistema de identidad que permita comunicar las particularidades de la compañía, para hacer visibles las singularidades que aportan un diferencial muy valioso en los mercados globales en términos de calidad y sostenibilidad de su producción.
Encaramos el proyecto con una mirada sistémica que nos permitió abordar una serie de claves visuales que estructuran la identidad visual.
En el proceso de estudio de la identidad de la empresa identificamos que la forma de producción de nuestro país y la estructura productiva de Conaprole, son un diferencial único frente a otros competidores. La crianza a pasto, la calidad de nuestra tierra, agua y aire, junto a una producción de base familiar y asentada en el territorio, son diferenciales que sumados a una fuerte inversión y una relación natural con tecnología de vanguardia generan un producto de características únicas.
El territorio y el modo de producción son una característica singular, una cultura acumulada que vive en cada producto de Conaprole.
El diseño se centró en generar una referencia al imaginario de la «penillanura suavemente ondulada» que durante generaciones se usó como referencia al territorio Uruguayo, buscando una alusión al paisaje, su tierra y su gente. Una visión de amabilidad que se busca transferir también a una forma de producir y hacer negocios.
Para esto se generaron abstracciones orgánicas del paisaje que sirven para estructurar los elementos visuales y dar identidad al sistema. En paralelo, se generaron una serie de pictogramas, gráficos y patrones que permiten ilustrar, con un lenguaje contemporáneo, las actividades de la empresa. Estos elementos se completan con una paleta de color enriquecida y la tipografía Sora que aporta un toque global y humano. Todo esto genera un “sistema compositivo” de soluciones que pueden combinarse entre sí para resolver de forma consistente diversas situaciones que resuelven las publicaciones, la señalética, la arquigrafía, la comunicación digital, la logística y los stands.
Todo el sistema está documentado en un BrandBook de más de 200 páginas donde se detallan todos los usos del sistema y se entregaron plantillas editables para todas las aplicaciones previstas.
Este sistema, amplio y flexible, permite dotar a Conaprole de una cara actual y contemporánea para enfrentar los desafíos de globalización que marcan su futuro.
ClienteConaproleServiciosConsultoría, Diseño de identidadAño2023