El miércoles 5 de setiembre se presenta en Facultad de Arquitectura el profesor Gui Bonsiepe en una conferencia que abre el segundo semestre académico del año 2012.
Hace 20 años el profesor visitaba Uruguay para dar un seminario en el CDI, un CDI que pasó a llamarse EUCD (escuela universitaria centro de diseño) y hoy forma parte de esa facultad. Durante su anterior estadía en nuestro país un grupo de estudiantes hizo una entrevista al profesor que hoy transcribimos.
Durante su primer visita a Uruguay entrevistábamos a Gui Bonsiepe, en ese entonces la fermental escuela de diseño de Uruguay (CDI) lo había traído a dar un seminario, luego de mucho intentar que la Cooperazione Italiana trajera profesionales destacados pero que además conocieran nuestra realidad.
Fue uno de los seminarios mas provechosos a los que he asistido, no sólo por su contenido sino por el momento en que llegó a mi. La lucidez de los planteos de Bonsiepe en medio de la vorágine libre-mercadista de los 90. Una voz que hablaba con una fuerte proyección de futuro sin dejar de asumir el legado del pasado y la concepción de diseño que apunta a mejorar las condiciones de vida en los países emregentes, era por lo menos exótica. Hoy que está de moda ser latinoamericanista su dicurso no asustaría.
Lejos de ser un dinosaurio sesentista Bonsiepe hablaba de interfase de usuario, microestructuras estético proyectuales, metodología, y sobre todo de teoría (sólida), algo que nunca abunda en una profesión tan ligada al hacer.
Bonsiepe siempre tiene algo interesante para decir, es uno de los grandes pensadores de la disciplina y seguir sus desafiantes pensamientos siempre es un lujo. Por eso estamos seguros que la visita que realiza el miércoles luego de 20 años a nuestro país también lo será.
Una conferencia imperdible para todos quienes trabajan en las distintas disciplinas que involucran proyecto e innovación.
Para los mas desprevenidos es bueno aclarar que el profesor Bonsiepe es una especie de leyenda viviente, fue alumno y docente de la madre de todas las escuelas de diseño, la escuela que definió lo que hoy entendemos por diseño, ULM y luego optó por venir a latinoamérica a diseñar en un mundo sin proyecto. Desde su experiencia en el Chile de Allende en adelante, ha trabajado en Argentina y Brasil desde distintos ámbitos. Varias generaciones se han formado en su pensamiento y aprendido de su acción.
Durante aquella estadía armarmos una conferencia en la CIU para que presentara a los empresarios sus visiones sobre el diseño y el aporte que este tiene para dar a la competitividad. En función de lo que habló en esta conferencia hicimos esta entrevista.
Un poco de inocencia, mucho de deseo y algunas cosas muy interesantes se filtran en las preguntas y que le hicimos en ese momento. Algunas profecías se cumplieron y otras no tanto, muchas de los empresas que en ese momento eran parte de la CIU desaparecieron, algunos dirán que por factores de competitividad externa, pero es cierto que algunas de las que siguen vivas lo lograron porque lograron incorporar diseño.
Volviendo a 1992
El problema del diseño en Latinoamérica no es de orden tecnológico, ni financiero, ni de recursos humanos. Es principalmente un problema de práctica social, el diseño no está incorporado en el día a día de las empresas, y eso no es un problema financiero, es un problema cultural: la visión que un empresario tiene del futuro y de cómo deberia funcionar su empresa.
-¿Aprovechando su conocimiento de América Latina y la realidad de otros países, cuál es la visión que Ud. Percibe, tienen los empresarios latinoamericanos, del diseño ?
-Salvo raras excepciones, no saben qué es el diseño. Si han escuchado el término, tal vez lo asociaron con cosas bastante secundarias: asuntos de modas, algo costoso ó algo frívolo y poco serio. Para mí, el punto neurálgico de cualquier política exitosa en el área del diseño industrial es convencer, persuadir y hacer reconocer a los empresarios y gerentes que el diseño es parte fundamental para hacer negocios. Sin diseño, simplemente no harán negocios, para decirlo muy duramente.
-¿Cómo influye esta visión de los empresarios en la relación diseñador-empresario ?
-De forma muy negativa. Si suponemos que ellos tienen una idea vaga, equivocada, una visión distorsionada del diseño, entendiéndolo como un agregado secundario, casi superficial al desarrollo de productos. Esto implica una práctica del diseño como ellos lo entienden, reducido a un boceto rápido, elegante e impresionante; es decir, el diseño en cinco minutos o el diseño para ayer; sin tomar en cuenta que nadie pediría a un ingeniero diseñar y calcular un puente en una semana o un día, sería cosa de locos o analfabetos. Sin embargo, en el ámbito del diseño uno espera esto. A veces se le exigen a un diseñador pedidos con plazos realmente irrisorios. Esto tiene que ver con el hecho que el diseño industrial no está reconocido todavia como una actividad profesional en la mayoría de los países latinoamericanos, y también tiene que ver con la existencia de profesionales poco serios, como en todas las áreas.
-Esa exigencia de plazos cortos para la concreción, ¿está relacionada con la etapa en la cual el diseño se incorpora al desarrollo del producto ?
-Cierto. El empresario que piensa que el diseño es un asunto de una forma más o menos bonita, obviamente tiene una definición bastante limitada de éste ámbito. No entiende qué es el diseño, pero no hay que recriminarle eso, sino mostrarle que se trata de algo más complejo. Esta visión del diseño significa que en caso de recurrir al diseñador, se lo hace a último momento, con la función de «agregar›› alguna cosita al producto, cuando la mayor parte ya está hecha.
-Durante su conferencia «El diseño como herramienta gerencial», Ud. habló de las condiciones que deben cumplir los empresarios para competir en el año 2000…
-Existe un consenso general de que estamos viviendo una época de cambios radicales, cambios imprevisibles, que afectan sobre todo la manera de gerenciar empresas entre otros aspectos; también afecta la práctica profesional, pero más aun afecta la práctica de como se maneja día a dia una empresa. Aquí surgen tres imperativos: uno es la innovación, que para mí en cierta manera es sinónimo de diseño, cubre gran parte del diseño; innovación es un término más genérico que diseño en este contexto; el segundo es la calidad y el tercero es el acortamiento de plazos entre la decisión de lanzar y desarrollar un producto, y tener el primer retorno por la venta del producto en el mercado. Estos son los tres imperativos, y yo supongo que incluso en Latinoamérica, donde tenemos un contexto obviamente no tan bien estructurado y diferenciado, como el de los países industrializados, estos imperativos también van a penetrar, son válidos.
-¿Cuáles serian los cambios que se necesitan paraadecuarse a estas nuevas condiciones?
-Cambios… primero habría, que consolidar el diseño entre el empresariado; esto se logra hablando con las personas y a traves de acciones Concretas: siendo un buen profesional y demostrando en la práctica que lo que uno dice tiene fundamento. Esto se demuestra en la competencia profesional,
en como se cumplen con efectividad las promesas que el disenador hace: mejorar un producto desde el punto de vista el usuario, del cliente y del mercadoy por otro lado compatibilizar este mejoramiento, esta mejor oferta, con una contribución a la viabilidad económica de laempresa dicho en otras palabras más crudas, en las ganancias.
– Ud también habló de determinadas prácticas sociales que influyen en el hecho de que el diseno sea considerado de una manera o de otra.
-Muchas veces en Latinoamérica se discute sobre tecnología e industria, toda esta temática en términos de «no tenemos», «somos dependientes», «tenemos que importar», «no tenemos recursos», «no tenemos dinero», «no tenemos una serie de cosas…››; esto me parece una equivocación.
El problema del diseño en Latinoamérica no es de orden tecnológico, ni financiero, ni de recursos humanos. Es principalmente un problema de práctica social, el diseño no está incorporado en el día a día de las empresas, y eso no es un problema financiero, es un problema cultural: la visión que un empresario tiene del futuro y de cómo deberia funcionar su empresa.
-Pero entonces, ¿cuál es la real incidencia delos factores tecnológicos, dentro de este contexto, qué es lo que podemos y no podemos hacer por el hecho de pertenecer al grupo de países periféricos o subdesarrollados?
-Aquí se habla mucho de «no tenemos››; por el contrario, esto debe ser un desafio particular de trabajar en un país que no tiene una infraestructura tan diferenciada como un país altamente industrializado.
Trabajar bien con los recursos disponibles aquí es también parte de la competencia de un diseñador en Latinoamérica. A pesar de las limitaciones que puedan existir, tales como no tener ciertos materiales disponibles, no tener cierto know-how(saber-cómo) de fabricación, y una cantidad de cosas más, esto no es una razón que obstaculice que se logre un diseño adecuado.
-Un diseño adecuado y que aparte pueda competir con el diseño de otros países…
-Ciertamente, aunque esto no se puede generalizar; depende de qué rama del diseño se trate. Hay excepciones, por ejemplo: si a alguien se le ocurre acá sacar un pequeño walkman al mercado, hay que saber cómo se hace un walkman, la tecnología de fabricación, miniaturización y fabricación en serie; pero un walkman o los productos electrónicos son solamente un sector de toda la gama de productos posibles.
-Ud. mencionó en la conferencia la búsqueda de «nichos de mercado». ..
-No existe un mercado, es un mito que existe un mercado; lo que existe es un abanico de muchos submercados, pequeños mercados o nichos de mercado.
El mercado no es un asunto homogéneo. La perspicacia del empresario, sobre todo pequeño y medio empresario consiste en detectar aquellos intersticios o nichos que todavía no están ocupados o que otros no ven.
Entrevista realizada por Alvaro Heinzen, Carolina dos Santos y Andrés Parallada, estudiantes de la Escuela de Diseño Industrial, el día 3 de abril de 1992.
Publicado originalmente el 03/09/2012.
Los autores de la entrevista de 1992 durante la conferencia en 2012. Foto: Silvia Montero. SMA. FArq.