La revista Prouniversitarios,  realizó una entrevista a Alvaro Heinzen director de Kairos y Cronos donde habla de su vocación, de los inicios de la empresa y presenta algunas visiones sobre diseño en Uruguay.
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¿En qué momento decidiste estudiar diseño?

Estaba terminando el liceo, no tenía claro si estudiar arquitectura y mi hermana, que estudiaba arquitectura, me dijo que habían abierto la carrera y que era interesante. Me anoté en ambas, porque diseño tenía un examen de ingreso, pero ya desde la preparación del examen me atrapó. Pasé un año por arquitectura, que me gustó y disfruté mucho, pero decidí que me quedaba con diseño.

Nuestro especial de Pro Universitarios # 5 se llamó “Egresé ¿y ahora qué?”, ¿En algún momento te planteaste esto?

Sí, pero antes de egresar. Con un grupo de amigos estábamos cerca de terminar la carrera y pensamos, ¿qué hacemos? Los cargos de diseñador eran escasos y sentimos que teníamos que mostrar nuestra capacidad de idear cosas nuevas y hacerlas. Así que nos pusimos a pensar qué podíamos hacer con una inversión muy baja y nos presentamos a la feria de libros, grabados y artesanías (hoy Ideas+) para vender unos relojes de cartón. Fue cuando nació Kairos y Cronos, y desde ahí no dejé de trabajar en la empresa.

¿Internet es un generador de oportunidades?, ¿De que manera utilizas esta ventana al mundo?

Estoy involucrado en internet desde que toqué un ordenador por primera vez. Empecé en los tiempos del Telix, cuando los correos se enviaban en un entorno de D.O.S. y el único proveedor en Uruguay era Chasque. Cuando empezó el desarrollo de la web empezamos a diseñar páginas y nuestros primeros trabajos para el exterior fueron en webs que para ese entonces eran complejas e involucraban programación y una arquitectura con cierta sofisticación. Algunos de esos clientes son aún clientes del estudio. Por otra parte, siempre hemos apostado a estar muy conectados. Internet nos comunica con el mundo, nos permite mantener una red de contactos internacional que sería imposible sin ella y siempre estamos buscando nuevas oportunidades de negocio. De hecho buena parte de la producción del estudio se destina a venta en Internet. Fuimos los primeros usuarios de Istockphoto en Uruguay y hoy mantenemos una importante producción para este banco al que hemos acompañado en todas sus etapas de crecimiento. También utilizamos intensamente Internet como forma de relacionarnos con el público y la comunidad de diseño a través de nuestro blog y las redes sociales.

¿Como llegó Kairos & Cronos a ser proveedor de Istockphoto y qué implica a nivel profesional y de infraestructura un cliente tan grande y exigente?

Como decía, fuimos el primer usuario de Uruguay, pero demoramos mucho en empezar a producir material. Lo cual ha implicado desarrollar un procedimiento de investigación de mercado, desarrollo de productos y la generación de un flujo de trabajo muy particular. Haber acompañado el crecimiento del banco nos ha permitido ir mejorando y levantando nuestros estándares de calidad a medida que el banco crecía. Hemos desarrollado una experiencia muy grande en ilustraciones vectoriales y edición fotográfica, también hemos invertido mucho en equipamiento y capacitación. Istock ya no es un banco al que uno contribuye con una cámara de bolsillo.

El cliente, ¿siempre tiene la razón?

Yo creo que el cliente siempre tiene parte de la razón  en un marco de respeto y equilibrio. Hay que tener la sensibilidad para entender los planteos de los clientes, ellos conocen su negocio o su actividad y como diseñadores tenemos que aprender a dar soluciones que sean útiles y acertadas, si no nos alejamos de la realidad. También es cierto que si se acepta ciegamente el planteo del cliente, no hay crecimiento. En la relación cliente diseñador se tiene que dar siempre un crecimiento mutuo. Por eso es tan importante la confianza. A Paul Rand una vez le preguntaron cómo había hecho para hacer una carrera tan prolífica y de tanta calidad y el respondió: tuve buenos clientes.

¿Tu mayor satisfacción profesionalmente hablando?

Haber sostenido durante tanto tiempo un estudio que apunta a la calidad en su trabajo, a ser honestos con nuestra propuesta y seguir trabajando en Uruguay. Haber sobrevivido a la crisis de 2002 quizás. En poco tiempo, unos 20 años, he podido trabajar en diseño de bicicletas, muebles, equipo electrónico, identidad corporativa, proyectos editoriales y mobiliario en un país con más vacas que gente. El diseño me ha dado muchas satisfacciones, en particular me ha permitido conocer a gente de una lucidez increíble de la que he aprendido mucho, desde Bonsiepe a Gianfranco Zaccai, desde Edson Matsúo a Dieter Rams a gente súper valiosa de nuestro país como Andrés Parallada, Luciardi o Rodolfo Fuentes, por mencionar algunos. Me importa mucho lo que se piensa además de lo que se hace. Creo que hoy hay una cierta histeria por destacarse que lleva a que la gente reinvente la rueda y no tenga idea de lo que hace ni por qué. También estamos pasando un momento en que el grueso de la producción es cada vez más efímera y formalista, lo que le da una superficialidad que no me gusta.

¿Qué consejo le darías a un estudiante de diseño?

Cuando me recibí sentía que ser diseñador Industrial en Uruguay era como ser astronauta en Jamaica. Eso sigue teniendo algo de cierto, pero ya no es lo mismo. He dejado mucho tiempo de diseñar en pos de generar condiciones para que el diseño germine. Pero creo que si uno tiene una vocación, lo mejor es seguirla. Si a uno le interesara ser violinista de una sinfónica, ¿va a dejar de aspirar a serlo por haber nacido en Uruguay? No. Pero tiene que ser consciente de que el entorno no es el mas apropiado para desarrollarse y que eso va a implicar muchos más desafíos aparte de ser bueno en lo que uno hace.

Hoy el entorno es mucho más favorable que cuando yo terminé la carrera. Lo que le diría a quien arranca es que trate de ser bueno más que de enloquecerse por figurar y ser la estrella de moda. El circuito internacional de diseño es muy perverso, las renovaciones no se dan fácilmente y si uno repasa las revistas internacionales, el material pesado, de alta calidad, sigue estando en las revistas más que en internet, se puede ver que las caras son las mismas durante mucho tiempo.

Y sobre todo que se saquen los estereotipos, veo muchos gurises jóvenes que toman una determinada moda como un dogma, te dicen tal cosa es anticuada o tal cosa es actual, pero aún en diseño la apariencia va y viene. Lo que perdura es lo que tiene sustancia.

¿Que es arte y que es diseño?

No me interesa esa comparación. Son cosas distintas. Algunos malos diseñadores suelen pretenderse artistas para justificar su falta de calidad. El diseño no es arte. A veces manejan recursos o herramientas similares pero no son lo mismo porque el fin no es el mismo.

¿De qué manera influye en la vida de las personas el diseño?, menciona alguna que el ciudadano común ni siquiera considere como por ejemplo la ergonomía de objetos cotidianos.

El diseño debería mejorar nuestras vidas. Se trata de lograr objetos y comunicación que estén cargados de sentido, hagan nuestras tareas más simples y estimulen nuestra sensibilidad. Todos tenemos derecho a vivir en un entorno más agradable y a hacer lo que nos toca hacer de la manera más simple y práctica. Por ejemplo, los bancos que todavía existen en muchas escuelas condicionan profundamente la forma de enseñanza.

Los bancos Varela con sus patas unidas formando filas plantean una forma de enseñanza donde el maestro está delante de la clase, los niños deben ver al frente y ven la nuca de su compañero. Los bancos están unidos y no permiten cambiar esa estructura de filas. Hoy con todos los cambios, incluida la ceibalita, la clase necesita transformarse; entonces quizás se necesiten muebles que permitan transformarla , hacer rondas, facilitar el contacto cara a cara de los alumnos con un maestro que se mueve por el salón que escucha, interviene, aporta, y vuelve a escuchar en un ida y vuelta.  Los objetos condicionan la forma en que hacemos las cosas y estar conscientes de esto nos permite contribuir a realizar cambios positivos.

¿Uruguay exporta diseño? ¿Qué proyectos o acciones tiene la Cámara de Diseño del Uruguay en este sentido?

La Cámara apunta a mejorar las capacidades de la comunidad de diseño. Por suerte ya existen varias empresas que exportan diseño hoy. Hay dos formas de que Uruguay exporte diseño: exportando servicios y consultoría o exportando productos con mayor valor agregado mediante la incorporación de diseño. En este sentido, desde la cámara se realizan acciones que permiten acercar el diseño a las empresas locales, como rondas de negocios y se desarolló un fondo de apoyo a la contratación de diseño. También se está trabajando en una planificación estratégica para el sector diseño con la mira puesta en 2030. En el corto plazo se están co-financiando proyectos a través del conglomerado que permitirán a las empresas de diseño ingresar a mercados que hoy no pueden acceder y a empresas locales incorporar servicios de diseño para mejorar su oferta exportable.

http://pro-universitarios.com/entrevistas/alvaro-heinzen-diseno-uruguayo-en-el-mundo/